lunes, 5 de mayo de 2008

¿Qué le faltó a Saprissa?


¿CONFIANZA, GOLES, SUERTE, AGRESIVIDAD, DINÁMICA, GANAR EN CASA…?- Reportaje especial-

· Es fácil criticar desde la casa o desde un bar, pero cuántos realmente hubieran sido capaces de ganar desde el banquillo

· El gol tempranero del Pachuca se trajo al suelo el planteamiento morado y los buenos momentos del Saprissa no fueron aprovechados

Alejandro Vindas C.

¿Quién no criticó lo que Saprissa hizo o no hizo en el partido de vuelta de la final de la Liga de Campeones de la CONCACAF? ¿Quién no pensó que Jeustin debió alinear a Alejandro Alpízar desde el inicio del juego? ¿Cuántos no han pensado que los morados debieron ser más agresivos, jugar con un solo contención o no dejarse quitar el balón?

¿Por qué sacar a Armando Alonso, por qué no utilizó a César Elizondo? ¿Por qué Saprissa no aprovechó la localía en el partido de ida? ¿Por qué los morados no jugaron durante todo el partido con la agresividad de los últimos dos minutos del partido?

Hay un dicho futbolero que dice que en Costa Rica hay cuatro millones de entrenadores. Por eso es fácil suponer que sobran las opiniones y las preguntas sobre las decisiones de Jeustin Campos y el cuerpo técnico morado.

Pero más allá de si estos pensamientos o críticas son ciertos o no, hay varias preguntas que también se pueden hacer. Por ejemplo: ¿quién hubiera sido capaz de ganar esa final?, ¿cuántos de los que critican hubieran hecho realmente lo que pensaron que se debió hacer?, ¿es lo mismo criticar y opinar desde un bar o desde la casa que desde el banquillo del Estadio Hidalgo?

Localía. ¿Qué le faltó a Saprissa? Para empezar (sin pretender ser dueños de la verdad), uno de los factores más importantes era aprovechar la localía, lo cual hizo el conjunto tibaseño en sus encuentros contra el Dynamo y el Atlante, pero esta vez no cerraron en casa y el partido de ida fue bien manejado por los Tuzos.

Luego, la ausencia de algunas figuras saprissistas de otros momentos pesó. Pesó la ausencia de Centeno y de Solís, pesó la falta de protagonismo de Ronald Gómez, pesó la falta de jugadores que cambiaran la dinámica del juego morado desde la banca (como lo hizo en otro momento Allan Alemán).

Gol de camerino. En las condiciones que Saprissa visitó al Pachuca era muy importante que los ticos aguantaran el ataque que se suponía iban a montar los mexicanos desde el principio, pero no habían pasado ni tres minutos cuando ya los locales celebraban su primera anotación. A partir de ahí, los ahora bicampeones de CONCACAF jugaron con más comodidad y pudieron manejar el libreto del partido.

La buena reacción que tuvo Saprissa le permitió tener algunas buenas opciones de gol, mas se toparon con dos grandes problemas: la defensa y Calero. Primero porque la mayoría de opciones que crearon fueron remates desde afuera del área, ya que el dispositivo defensivo de “Ojitos” Meza era casi infranqueable. Y segundo, porque en el par de ocasiones que lograron superar el valladar de los hidalguenses, Calero mostró sus condiciones y ahogó agónicamente los intentos morados.

En los diferentes medios se venía hablando hace días de la debilidad saprissista en el juego aéreo y esta se volvió a evidenciar en el segundo gol local: dos jugadores del Pachuca ganan en las alturas ante la mirada complaciente y los inútiles intentos defensivos de los morados. Segundo gol con tintes de estocada.

A partir de ahí, a los dirigidos por Jeustin les faltó agresividad, en parte por el marcador, en parte por el control de los locales y en parte por la falta de un referente en el medio campo. Saprissa no tuvo jugadores de peso en ofensiva y uno de los que debía llevar ese estandarte, Armando Alonso, no soportó más el dolor en su rodilla y tuvo que darle campo a un jugador que no tiene el suficiente peso para ser figura en este equipo, Jairo Arrieta.

La banca. Uno de los aspectos más fuertes que otro había mostrado el equipo saprissistas, tanto en torneos de Concacaf como en el local, fue el aporte de jugadores importantes desde de la banca. Pero en esta final las variantes no pesaron, ya sea por el bajo nivel o por la falta de ritmo, pero no le dieron a cuadro tico las variantes tácticas que le urgían.

Arrieta no ha pesado ni siquiera en el torneo nacional, Brenes tiene poco ritmo y Alpízar viene saliendo de una recuperación. Todos, a pesar de su disposición, cayeron en la misma red en que estaban sus compañeros y terminaron siendo parte de los intentos inútiles.

Ante la falta de capacidad de armar juego, los morados recurrieron a una vieja arma: el pase largo. Por un lado porque era prácticamente la única opción de evitar la marcación del medio campo tuzo y por otro porque el tiempo se acababa, pero Saprissa volvió a carecer de un referente, alguien que jugara de espaldas al marco y extendiera esos servicios. ¡Cómo extrañaron los tibaseños a Saborío!

Última esperanza. Los últimos minutos, que en otros partidos fueron aliados de Jeustin y sus pupilos, esta vez no alcanzaron. A pesar de que Arrieta aprovechó el marco vacío para acercarse en el marcador, la diferencia no era mínima, ahí no se acababa el juego.

Entonces, ¿qué le faltó a Saprissa? De todo un poco, se podría decir, pero esos pocos, en una serie de este tipo, se convierten en un montón.

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