Andrés Hernández Ramírez
Ayer en el cantón de Guápiles se vivía un ambiente tenso, el fantasma de la segunda división andaba cerca, se jugaba la última fecha del torneo regular de la primera división; solo había un boleto, el cual Santos ni Cartago querían obtenerlo.
El estadio Ebal Rodríguez estaba lleno, “la marea roja” se hizo presente, para apoyar a un Santos que se negaba a morir, el rival de turno, Liberia Mía, equipo que necesitaba la victoria para meterse entre los clasificados a la segunda fase. Dos equipos con intereses diferentes, un partido de vida o muerte.
Así inicio este, con la mirada puesta en el partido y los oídos en el Morera Soto ya que Santos necesitaba de un gane y que
Transcurría el tiempo, el Santos lo seguía intentando por todos lados, pero el arriesgar a veces cuesta, y un error de marca hizo que William Sunsing emparejara las acciones, silencio total en el Ebal.
Como dato curioso, el equipo de Santos tras 9 años en la maxima categoría, unicamente estuvo 2 semana en el ultimo lugar del torneo.
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