Camerún consiguió clasificarse para cuartos de final de la Copa de África tras una jornada loca y un empate a dos goles frente a Túnez y beneficiado por la victoria de Zambia sobre Gabón (2-1), lo que produjo un triple empate en la cabeza del grupo D que condenó a Gabón.
Fue una jornada trepidante, de locos, la que se vivió en Angola para resolver cuáles eran las dos últimas selecciones en clasificarse para cuartos de final de la Copa de África.
Los cuatro equipos estaban en un pañuelo, todos con posibilidades de alcanzar los cuartos y la diferencia de goles, normalmente residual, podía llegar hoy a ser vital.
Era, pues, una tarde para las nuevas tecnologías, descartado ya el transistor, para seguir al minuto lo que ocurría en ambos campos, pues cualquier carambola en uno de ellos, podía provocar una catástrofe en el otro.
Prometía así la tarde y se animó pronto, con un gol en el Estadio Alto da Chela, donde se medían Camerún y Túnez.
No iban dos minutos de partido cuando Chermiti consiguió batir al españolista Kaméni, una muy mala noticia para Camerún, pese a que tenía aún casi todo el partido para revertirla.
En el otro estadio, en el Conplexo da Sra da Graça, Zambia se adelantaba a Gabón a los 28 minutos por medio de Kabala, y las noticias para los leones se volvían tétricas.
Con estos resultados, Túnez era virtualmente primera de grupo, Gabón segunda por los resultados de los emparejamientos directos y Camerún el farolillo rojo, condenada a marcharse a casa.
Así se llegó al entreacto en ambos estadios, pero nada más reanudarse el juego apareció Eto'o para, con un gran tanto, volver a meter a los leones en la competición y en cuartos.
Con el gol del ex barcelonista se producía un triple empate en cabeza del grupo D, con Camerún segunda por los resultados de los emparejamientos directos. La tensión, claro, se cortaba con tijera en los cuatro bancos.
En el minuto 63 Zambia le metió el segundo a Gabón por medio de Chamanga, y la presión aumentaba para Camerún, una presión que se multiplicó cuando un minuto después Kaméni encajaba el segundo, más doloroso aún porque fue obra de Chedjou, que batió de cabeza y desde fuera del área a su propio arquero.
Estaba Camerún condenada, fuera del torneo y con poco tiempo para volver a cambiar las cosas, pero, cosas del fútbol, tan sólo necesitó un minuto para que por las inmediaciones del área tunecina apareciera N'Guemo, que soltó un obús para volver a empatar el partido.
En el banco camerunés se desató la euforia. La jornada era una noria, poco aconsejable para quienes padecen vértigo.
Siguieron corriendo los minutos en ambos partidos. Túnez se metía como primera de grupo con un solo gol, así que Camerún se defendía con todo.
En el otro campo Gabón trataba de apurar sus opciones y sorprendió a Zambia con un tanto de Do Marcolino cuando quedaban menos de diez minutos para que muriese el partido.
Los últimos diez minutos fueron una auténtica locura, con Túnez volcada para volver a batir a Camerún y Zambia haciendo lo propio con Gabón. Un gol, un sólo gol, lo cambiaba todo de cabo a rabo.
Aguantaron Camerún y Zambia para terminar sumando uno y tres puntos respectivamente, suficientes para despuntar en el triple empate a cuatro puntos en la cabeza, ese mismo que condenó a Gabón, la selección que dio la sorpresa en la primera jornada del grupo al batir a Camerún, la favorita.
Túnez, por su parte, acabó cuarta cuando por dos veces se vio como primera de grupo. El fútbol no fue dadivoso con Túnez, una de las selecciones a la que se atribuían opciones de pasar de ronda al principio del campeonato.
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