Pese a empezar perdiendo, el FC Barcelona mostró pinceladas de su fútbol excelso, derrotó al Atlante FC por 3-1 y se clasificó para disputar la final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA EAU 2009. Allí lo espera el argentino Estudiantes de La Plata de Juan Sebastián Verón. El encuentro se disputó este miércoles 16 de diciembre en el Estadio Ciudad Deportiva Zayed de Abu Dhabi.
Sorpresa y recuperación
Los compases iniciales no sorprendieron a nadie. El Barça salió decidido a imponer su estilo de posesión del balón, con Xavi en la función de enlace, Pedro e Iniesta como laderos para abrir el campo y Sergio Busquets para dar una mano con lo que hiciera falta, todo con la idea de dejar a Zlatan Ibrahimovic de cara al gol.
¿Qué propuso Atlante para interrumpir el circuito de juego? Dos líneas de volantes bien compactas, moviéndose en bloque para contar siempre con algún jugador propio cerca del cualquier rival que tuviera el balón. Todavía no había mostrado sus intenciones ofensivas cuando Dani Alves y Rafael Márquez dejaron picar un pelotazo largo de Federico Vilar y Guillermo Rojas, rápido de reflejos, se coló entre ellos, le hizo un sombrero a Víctor Valdés y abrió el marcador con una atlética definición (5’, 1-0).
Barcelona reaccionó rápido y en los dos minutos posteriores, acarició la igualdad a través de Pedro, quien no llegó a tocar al gol un centro desde la derecha, y de Busquets, cuyo cabezazo fue contenido con esfuerzo por Vilar. Pero vaya si sudaron la gota gorda los blaugranas cuando Fernando Navarro rompió el fuera de juego, avanzó 30 metros y, al quedar cara a cara con Valdés, cedió a nadie en vez de rematar al arco.
Después de esos primeros diez minutos frenéticos, el Barcelona bajó el ritmo pero mantuvo el control y la presión, desgastando los mediocampistas atlantistas con su constante toqueteo. Sin embargo, la jugada que terminaría permitiendo la igualdad la inició de contragolpe, luego de un tiro de esquina a favor de los mexicanos, que terminó generando otro córner, pero a favor. El encargado de marcarlo fue Busquets, quien empujó al gol el balón que había peinado Yaya Touré tras la ejecución de Xavi (35’, 1-1).
Faltaba lo mejor
Poco cambió en el reinicio del juego, aunque el Barça seguía si encontrar el camino directo a Vilar. Pero no habían pasado 10 minutos que Guardiola puso Lionel Messi en lugar de Yaya Touré y todo cambió. Porque apenas unos segundos después, Ibrahimovic se tiró atrás y le dio un fenomenal pase a la Pulga, quien regateó al arquero y estableció la diferencia en su primera acción (55’, 1-2).
José Cruz intentó despabilar a los suyos con los ingresos de Gabriel Pereyra y Andrés Carevic. Pero salvo algún arresto ocasional, el dominio le siguió perteneciendo al Barcelona, que aumentó la diferencia cuando Iniesta, con una asistencia notable, le permitió a Pedro la posibilidad de ser el único futbolista del club en anotar en las seis competiciones que disputó en el año (67’, 1-3).
Atlante no rindió, y vaya a saber qué habría dicho la historia si Márquez, a los 75’, descontaba luego de una entrada en diagonal a espaldas de Puyol. Pero Valdés demostró que todo gran equipo necesita un gran arquero y evitó la caída de su valla.
Por si fuera poco, en los 15 minutos finales Guardiola se dio el gusto de juntar en cancha a Pedro, Bojan, Messi e Ibrahimovic, provocando algunas jugadas bonitas que no terminaron en gol por muy poco. Así, Barcelona redondeó otra producción de alto vuelo y va no sólo por su sexto título de la temporada, sino por el único trofeo que aún el falta en sus vitrinas.
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